porque...

Siempre nos preguntamos ¿por qué?
                                                              por qué a mi...
                                     por qué así...
                                                                              por qué ahora...
              por qué ésto...


¿y si fueran nuestros maestros, y si cada situación vivida fuera una maestra con su libro propio? 

¿quién dijo que debían ser elegantes y atentos?, 
¿quién dijo que la vida debe ser agradable con nosotros, de dónde salió tal hipocresía?

Aunque la didáctica de sus métodos no sean las que esperamos, aunque su látigo apunte directo al centro de nuestro ser, aunque golpeen tan fuertes sus enseñanzas que nos cueste levantar la cabeza. A pesar y siendo pensante sólo podemos asegurar que lo que aprendemos nada lo borra, nada lo desvanece, queda en nuestro cuerpo marcado y resurge de cuando en vez...

Propongo mirar a esos maestros de la vida con ojos de admiración, no ya de miedo, ni de rencor. Admiremos la obra que han hecho en nuestras vidas, la forma en que nos cambiaron, la huella dejada en nosotros es el fiel reflejo de todo lo que nos enseñaron para no volver a cometer el mismo error, jamás!..

Y por sobre todo para poder sanar!!!

Comentarios

Entradas populares de este blog