Al sur sin escalas...

Nos pasamos la vida queriendo agradar a los que nos rodean. De chicos a los padres, a los maestros, a nuestros amigos...Buscamos la aceptación constantemente. De jóvenes nuestro mundo son los pares, e intentando gustarles es que cambiamos el look, la onda o la pilcha como le quieran llamar. Pero de mayores cuando creemos que esos temores infundados de la juventud están en el pasado, que han quedado olvidados, muertos y enterrados, aparece la vieja duda.....Esa duda que nos carcome el ser, esa que nos hace titubear, la que no nos permite expresarnos y desarrollarnos como personas adultas que somos....¿Será que este verano podré estrenar la triquini o me clavo la enteriza?.....Como si fuera tan difícil de decidir....

Ya me veo corriendo por las playas de Necochea, con las ojotas del verano pasado que quedaron bastante deterioradas porque en realidad son del verano anterior..( si hay pobreza que no se note); y como dicho complemento playero se encuentra en tal estado de mediocridad, las quemaduras de  tercer  grado propiciadas por la arena hirviente serán un tema a solucionar. El bolsito que lleva de todo, desde el mate hasta la pantalla solar, pasando por las masitas y los naipes..... Pero lo más relevante es qué voy a ponerme en el cuerpo?...Pensaba rendir tributo a nuestros antepasados, yendo por ahí en carnes, pero la verdad me parece que si me ven los de fauna salvaje van a pensar que un tipo extinto de morsa reapareció en estas costas y está haciendo estragos en la playa....también pensé en ir tapadita, eso ya lo intenté...creánme, no da resultado positivo.....te calcinás con la chomba y el short, y si te metés al agua pesás como 15 kilos más y encima la ropa se te adhiere tanto al cuerpo que los de fauna se ponen nerviosos en serio...Pensando fue que solucioné mi dilema....y les aseguro que cambió mi vida por completo:
                                                      ....me voy pal sur!!!

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